La planificación de insumos tiene en cuenta la producción esperada para cada temporada de siembra, buscando obtener el mejor costo/beneficio, y las decisiones sobre los híbridos a sembrar se toman con base en nuestra base de datos de investigación y de acuerdo a las biotecnologías identificadas como necesarias para el sistema de producción.

Es fundamental asegurar un buen riego durante todo el ciclo del cultivo. Las fases de floración y cuajado son especialmente sensibles a la falta de agua.

Puede provocar la pudrición de las puntas de las flores y la imposibilidad de cuajar el fruto.

Riegue profundamente y luego cuando la tierra se seque en los primeros 10 a 20 cm. El riego por goteo evita alternar entre sequía y exceso de riego y, además, ahorra agua.

La cosecha también tiene sus preceptos, además de los calabacines que se comen inmaduros, todos los frutos deben recolectarse cuando están claramente maduros, es decir, 3 semanas después de que la planta madre comience a secarse.

Este procedimiento asegura una mejor conservación de las calabazas, así como una mayor viabilidad y vitalidad de las semillas.

Comienza con el proceso de clasificación, luego pasa por la limpieza y después se envía a transporte.